naufragio

Soneto monorrimo a Miles


Soneto monorrimo a Miles

Pienso a veces, por fatalismo innato:
Ya no puedo con todo, igual me mato
y cedo ante un efímero arrebato
irreversible, estúpido, insensato.

Y, aunque se me apodere este conato
persistente y tenaz -este relato
de miedo que me cuento-, de inmediato
el ruido de mis llaves -cual silbato-

le pone en guardia -está un poco cegato:
quizá sabe quien soy por el olfato-
y, tras cumplimentar por largo rato

los mimos que me exige por mandato
-él come de su bol, yo de mi plato-,
la vida me da tregua y firmo el trato.

No sé qué es lo que haría sin mi gato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario