naufragio

Del charco bautismal


Del charco bautismal

Yo andaba tan tranquilo y tú llegaste
igual que un conductor que saca el coche
en plena tempestad y va acercándose
a un charco que parece una piscina

y no sólo lo ve si no que pisa
el acelerador a fondo y ríe
tras escuchar los gritos e improperios
que le dedica -yo- la pobre víctima

desde el retrovisor -vergüenza y rabia-
como un David, de forma previsible,
finalmente humillado por Goliat.

Así pasaste, rauda, y desde entonces
maldigo al puto sol que al poco tiempo
salió y secó -me alegra cada ocaso-

los rastros del amor con que me ungiste.

10 de Agosto de 2013


  • También hay paradojas tajantes.


  • La quiso tanto que no puede olvidarla, la quiere tanto que no se lo recuerda.


  • Se enfrentaba al espejo como lanzando una moneda de dos caras al aire. Apostó siempre a cruz.


  • Postureo es llamar 'postureo' a la 'pose' de toda la vida.


  • Todos tenemos la posibilidad de cambiar hasta llegar a aceptar lo que irremediablemente somos.