naufragio

Estrambote desplomado


Estrambote desplomado

Cansada como estás de mis habituales
entradas de caballo y paradas de borrico,
de mi euforia abatida a las primeras de cambio
cuando empiezo en sprint tus carreras de fondo

y de la glosolalia que, en un frustrado empeño
de explicarte el motivo de mi comportamiento
cuando me lo requieres, acierto a balbucir
para tu desespero y mi estupefacción,

has decidido al fin, tras cien mil advertencias
-te agradezco infinito lo mucho que has tardado-
dejarme a la deriva por no ahogarte conmigo:

y desde mi impotencia contemplo horrorizado
cómo mi alejandrino disparado hacia ti
-incapaz de saltar sobre la última valla-

tropieza en la cesura.

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