No sé qué puedo hacer
No sé qué puedo hacer para ayudarte
ahora que se expande la distancia
en toda su protáctil magnitud
y al fin y al cabo no me necesitas
(tampoco es que supiera comportarme
mejor durante el tiempo que estuvimos
apenas a un vulgar tiro de piedra
que a punto estuvo de sacarte un ojo).
Seré de -no me cabe duda alguna-
mayor utilidad en adelante
si sigo, en realidad, como hasta ahora
perdido en este atajo laberíntico
en el que me extravié buscando a tientas
el más corto trayecto hacia tu olvido:
una infinita línea geodésica.