Qué difícil se ha hecho ir al trabajo
Estábamos contigo en la salita:
nosotros complacidos más que incrédulos
y tú como si ya hubiera pasado
más que como si no hubiera pasado.
Me has dicho que pusiera una película
-nos hemos visto juntos varios miles:
de la última hace al menos cinco años,
después todo se puso cuesta abajo-.
No he llegado a elegirla ni siquiera:
consciente como nunca de lo efímeros
que son estos momentos te he abrazado.
Ojalá este precioso encuentro en sueños
-a escasas tres semanas de tu muerte-
sea sólo el primero de otros muchos:
la enfermedad nos debe cinco años.

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