Frío
El gato duerme al borde
de nuestra cama:
yo meto un pie debajo
de sus entrañas
y el otro, en recompensa,
le hace de almohada.
Así afrontamos juntos
-confianza vana-
los miles bajo cero
grados que alcanzan
dos almas arrecidas
desde tu marcha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario