naufragio

Tedio

 

Tedio

Hay tardes en que el tedio te atenaza
y te impide atender obligaciones
con las que te atormenta la conciencia:
se aproxima fatal la fecha límite.

No puedes concentrarte en la lectura.
Afuera llueve azufre y hay goteras.
¿El cine? La invención sin porvenir
que ya pronosticara Louis Lumière

y no encuentras pasable ningún disco
que no hayas escuchado cien mil veces
antes de haber cumplido treinta años.

Nada nuevo te sirve y lo que un día
lo hizo ahora te asfixia lentamente
como un gas al que no le han añadido

el olor que te advierta del peligro.

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